Los charlatanes

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De ahora en adelante los charlatanes tendrán una preocupación más, pues la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró constitucional que la charlatanería sea considerada como un delito, pues existen personas o grupos que se aprovechan de la ignorancia y creencia de otros para obtener un lucro, lo cual a fin de cuentas es un fraude.



Dicha Resolución derivó de la negativa de amparo a un grupo conocido como los hermanos Kendall, originarios de San Luis Potosí, y que obtuvieron más de 600 mil pesos tras engañar diversas personas, pues estos charlatanes se ostentaban como curanderos.

En el Código Penal de San Luis Potosí se castiga a quien lucra indebidamente con las preocupaciones, las supersticiones o la ignorancia de las personas, por medio de supuestas evocaciones de espíritus, adivinaciones, curaciones u otros procedimientos carentes de validez técnica o científica.

Los ministros señalaron que el objeto de la prohibición no está enfocado en la práctica espiritual o ideológica en sí misma, sino al engaño que se da en la falsa oferta de realizar adivinaciones, evocaciones o curaciones, que tiene como consecuencia un traslado patrimonial al explotar las preocupaciones, supersticiones o ignorancia del sujeto pasivo, causándole un detrimento en su haber patrimonial debido al lucro indebido.

No se sienten aludidos

A un costado de la Catedral Metropolitana es común encontrar yerberos que ofrecen la sanación espiritual por medio de limpias y adivinadores del futuro a través de la lectura de manos, cartas o Tarot. Los primeros a cambio de donativos y los segundos con tarifas que van desde los 30 hasta los 150 pesos; sin embargo, ni unos ni otros se sintieron aludidos con la resolución de la Suprema Corte, ellos no se consideran como charlatanes a sí mismos.

Fuente: Diario Milenio