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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Mafalda

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Hace poco recordaba que varios de mis amigos son fans de Mafalda, la famosa historieta del dibujante Quino, cuya protagonista -siempre idealista y preocupada por el futuro del mundo- odiaba la sopa.

Mafalda

Pues bien, en México hay una anecdota muy conocida respecto a muerte de Mafalda. Se dice que la famosa niña Mafalda murió (irónicamente) atropellada por un camión de sopa.

La gran mayoría de los que escuchaban la anécdota creían de hecho que Mafalda había tenido tan insólito final, incluso había quien aseguraba tener la historieta del dibujante en donde Mafalda es atropellada por un camión que transportaba sopas.

Mucho se sorprendió el buen Quino cuando se enteró de semejante cosa, y por supuesto desmintió tal versión del fin de Mafalda (quien por cierto nunca murió en la historieta).

Sin embargo, toda esta historia ilustra muy bien como en varias ocasiones un relato ficticio y sin ninguna base puede llegar a ser creído e incluso "visto" por cientos y miles de personas.

Si esto pasa con una historieta cuyo autor sigue vivo y es capaz de decir si el relato es real o ficticio, ahora imaginense lo que puede pasar con creencias y supersticiones mucho más antiguas.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Alucinaciones

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Encontré este post en la red, me parece una explicación muy clara del por qué la gente totalmente sana puede tener alucinaciones en algún momento de su vida:

Alucinaciones

Carl Seashore en 1985 decidió realizar un sencillo experimento: Se puso al final de un pasillo completamente a oscuras, los voluntarios se situaban al otro lado con una orden, cada vez que el experimentador encendiera una vela debían dar un paso adelante en el pasillo.

Los resultados de este experimento fueron inesperados: un porcentaje alto de los voluntarios avanzó hasta la mitad del pasillo. Esto no sería sorprendente si no fuera por que el investigador no llegó a encender ninguna vez la vela, todo había sido producto de su imaginación.

Cuando nosotros observamos algo, la imagen es recogida a través de los ojos, para viajar por el nervio óptico al cerebro y ser procesado por la corteza cerebral, en ese momento tenemos consciencia de lo que vemos; y a partir de ahí, el estimulo es derivado a otras áreas cerebrales: el hipocampo para recordar ese objeto, formando nuestra memoria fotográfica; el córtex prefrontal para razonamiento lógico y tomar decisiones frente a ese objeto, etc.

Sin embargo, a veces nuestro cerebro falla y produce una percepción visual sin ningún estimulo externo. Para la persona de repente ve algo que no esta ahí en la realidad, y entonces decimos que sufre una alucinación.

Y estas alucinaciones no tienen por que ser visuales, también puede ser auditivas, olfativa, gustativa, táctil, proprioceptiva, equilibrioceptiva, nociceptiva, termoceptiva o varias mezcladas.

Hay casos de alucinaciones producidas por consumo de drogas, privación del sueño, y trastornos mentales como esquizofrenia, epilepsia…

Sin embargo, aunque siempre se haya pensado que las alucinaciones van unidas a la locura no es así. Durante años diferentes psicólogos han ido realizando encuestas a gente mentalmente sana sobre si tienen alucinaciones.

Ante la pregunta “¿Ha tenido usted alguna vez la vívida impresión de ver, o haber sido tocado, o haya sido tocado, o haya oído una voz; para que tal impresión, como haya podido averiguar, no fuera debido a una causa externa?”la respuesta afirmativa en diferentes estudios son:

Sidgewick (1894): 9,9 % ven alucinaciones (n= 17000)
Ohayon (2000): 27% ven alucinaciones diurnas (n = 13057)

Las alucinaciones están presentes en una proporción grande de la población mentalmente sana, incluso actualmente hay paginas web creadas para que la gente normal cuente sus alucinaciones.

Por ejemplo la pagina I have had an hallucination, que incluye relatos de gente y una estadística de las personas que han contado su caso, según señalan un 52 % ha sufrido alucinaciones en su infancia y adolescencia, un 21 % en la treintena y un 15 % en la veintena. Ademas, en su mayoría son mujeres (67%).

Estas alucinaciones espontaneas no están asociadas a ninguna enfermedad y únicamente son un error fugaz de nuestro cerebro a la hora de procesar la información.

Volviendo al experimento de Seashore del comienzo, comprobamos que a menudo estas alucinaciones se producen a la espera de algún estimulo (la luz de la vela, ver a alguien conocido…), intentamos buscar dicho estimulo, pero al final nos lo inventamos (nos parece ver encendida la vela, todo el mundo se parece a la persona que buscamos).

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Supersticiones II

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Hace tiempo comentábamos que la superstición no tiene nada que ver con la condición económica o la inteligencia de una persona, cualquiera puede ser susceptible de creer en supersticiones y fenómenos paranormales. Ésto ha sido confirmado por un estudio realizado por dos sociólogos en Estados Unidos.

supersticiones

Si quieren ver la nota completa pueden hacerlo aquí (en inglés).

Buena parte de las supersticiones y creencias en lo sobrenatural, devienen de la necesidad de nuestro cerebro para encontrar orden y patrones en sucesos completamente aleatorios. De ahí que nuestra cultura y educación definan en buena parte las interpretaciones que hacemos de nuestro entorno y a qué tipo de fenómenos sobrenaturales somos más susceptibles.

De manera que podemos encontrar "creyentes" en todos los estratos sociales, desde aquellos con pocos ingresos y baja educación académica hasta los médicos cirujanos más exitosos; sin embargo, el estudio realizado por los sociólogos afirma que las mujeres son más propensas a creer que viven en casas encantadas, los graduados universitarios son más propensos a tener experiencias fuera del cuerpo y los hombres solteros blancos son más propensos a creer en los ovnis.

En este mismo sentido, las personas moderadamente religiosas, son más propensas a creer en los fenómenos paranormales.

Además de nuestra cultura, el entorno es otro factor a considerar en cuanto a la creencia en la superstición. Dado que nuestro cerebro siempre está en constante esfuerzo para encontrar patrones, mientras más caos y estímulos tenga el ambiente, más interpretaciones erróneas puede existir.

De ahí que la superstición y los fenómenos místicos vayan en aumento en estos tiempos modernos, pues vivimos en un mundo con una cantidad impresionante de estímulos auditivos y visuales, sin contar con los constantes cambios económicos, tecnológicos y políticos.

Incluso en televisión se ha notado que el interés por estos temas se ha incrementado en los últimos treinta años, pues actualmente hay más programas sobre casas encantas, niños psíquicos o cazadores de fantasmas que en los años 70' u 80'.

Nuestro estado de ánimo también influye con respecto a los fenómenos paranormales, mientras más ansiedad tengamos (algo también muy común en esta época debido al estrés que produce la vida moderna) seremos más propensos a creer en lo sobrenatural. De hecho muchas de las personas que consultan adivinos y tarotistas, viven una gran ansiedad e incertidumbre en sus vidas.

¿Y por qué es tan fácil caer en todas estas creencias supersticiosas y sobrenaturales?

Porque nuestro cerebro está determinado a creer que todos los patrones son reales, algo que nos puede salvar la vida en determinado momento.

El que nuestro cerebro encuentre patrones en todo es en realidad una gran ventaja que nos ha permitido sobrevivir y evolucionar a lo largo de milenos; pero debemos estar conscientes de que no todo lo que percibimos es real.

martes, 2 de noviembre de 2010

Adivinar el futuro

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En un blog encontré el siguiente video bajo el título "Isaac Asimov: Predijo Wikipedia".

adivinar el futuro

La idea del post es bastante acertada en cuanto de adivinar el futuro se trata: una persona puede decir cualquier cosa y somos los escuchas quienes encontramos coincidencias posteriormente.

Así es como los "adivinos" adivinan el futuro, diciéndote cosas más o menos predecibles porque son situaciones recurrentes en todos los seres humanos como "encontrarás un amor" o "te irá mal en el trabajo". Claro, nunca te dicen exactamente en qué momento ocurrirá eso; pero sabes que será en el futuro, el cual puede ser dentro de los siguientes cinco minutos o en los próximos diez años, así que el día en que ocurre dices "Oh! sí adivinó".

En el caso de Isaac Asimov, evidentemente no se trata de que haya adivinado el futuro, el inicio de wikipedia o el uso de Internet para fusilarse la tarea. Simplemente hizo un análisis de las deficiencias de la educación tradicional y llegó a la conclusión de que las redes computacionales podrían suponer un gran avance si todos tuvieran acceso a ellas.

Isaac Asimov llegó a esas conclusiones en una época en que el avance tecnológico se promocionaba (y sigue haciéndose) como el remedio de muchos males. Así que no resulta extraño que haya acertado en algunas de sus conclusiones, y tampoco resulta extraño que no notemos las cosas en que ha fallado (al igual que pasa con los clientes de los adivinos que nunca prestan atención a lo que no se cumple de las predicciones).

Entre las cosas que aún persisten como deficiencia en la educación y que las computadoras en casa no han logrado resolver, se encuentran:

-La educación sigue sin ser una relación uno a uno. Todavía hay profesores sobrepasados por el número de sus alumnos, y el acceso a Internet no ha supuesto ninguna ventaja en este sentido (de hecho muchos profesores se quejan de que los alumnos constantemente hacen un "copy-paste" de wikipedia sin importarles o leer si quiera lo que entregan).

-No todos tienen acceso a computadora en casa ni a Internet. A pesar de que una buena parte de la población tiene acceso a una computadora y al Internet, todavía hay un porcentaje muy alto de personas que NO acceden a estos servicios.

-Las redes computacionales no siempre suponen una buena fuente de información. No toda la información que se haya en Internet es veraz o cita sus referencias, de manera que no es un buen medio para ser autodidacta, se necesita forzosamente una guía para encontrar información correcta en este medio.

Por lo demás, Isaac Asimov nunca se ostentó como adivinó (mucho menos cobró por sus "predicciones"), simplemente era un visionario que supo prever ciertos avances gracias a que era un observador muy analítico de su entorno.