Mi ojo de venado

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Cuando tuve a mi primer hijo, mi tía (que vivía en otro estado) estaba extremadamente preocupada porque no le hicieran "mal de ojo" al niño. Cada día llamaba para saber si le había comprado su "ojo de venado" y evitar así la maldición.

Perdí mi ojo de venado, Jaguares

Como después de un tiempo no accedí a sus peticiones, ella misma compró el ojo de venado y me lo envió con un familiar para asegurarse de que el bebé lo usara. No hace falta decir que mi tía se vio muy desilusionada al ver fallido su intento, y lo único que pudo decir fue un regaño del tipo: "Ustedes porque no creen pero... bla, bla, bla". Fin del tema, jamás se volvió a hablar sobre el ojo de venado y cuando nació mi segundo niño ya nadie insistió en comprar ojos de venado.

Por supuesto, ninguno de los niños sufrió ningún mal de ojo, el cual supuestamente proviene de las envidias o la admiración de una persona cualquiera. De ahí que también se diga que si ves a un bebé muy hermoso, tienes que acariciarlo para no enviarle accidentalmente el mal de ojo.

Con respecto al famoso ojo de venado, es mi parecer que se trata de un pésimo y peligroso adorno para un bebé. Los pequeños de esta edad tienden a llevarse todo a su boca, y cualquier cosa redonda de tamaño similar o menor a un limón puede asfixiarlo.

La asfixia es un peligro real, evitar darle objetos muy pequeños a un bebé es una forma de protegerlo. En cambio, el mal de ojo es un peligro que sólo está en la mente del supersticioso.